Vengo de la calle, por eso cuando llegué al centro llegué muy asustada. No entendía qué estaba pasando ni si podía confiar en las personas.
Pero poco a poco, con cariño y paciencia, he ido cambiando. Ahora me dejo querer, me gustan las caricias tranquilas. Me he vuelto una gata buena, tranquila y muy agradecida 🐾
Tengo unos 8 años y sueño con un hogar donde me respeten, me cuiden y me dejen ser yo. No necesito mucho, solo un rincón donde sentirme segura… y a alguien con quien compartir mi calma.